febrero 7, 2025

Crónica OVNI

Así recogió la prensa los avistamientos OVNI

Episodio 5: El OVNI en los cielos de la Ciudad de México

Hoy nos adentramos en la madrugada del lunes 14 de febrero del año 2000, en la gigantesca Ciudad de México, donde un evento insólito dejó asombrados a policías, ciudadanos y periodistas.

Esa noche, como cualquier otra, la capital mexicana estaba sumida en el bullicio y las luces que nunca duermen. Sin embargo, en medio de la habitual rutina de la ciudad, algo cambió de manera repentina. A lo largo de una hora, desde las 2:13 hasta las 3:13 de la madrugada, un Objeto Volador No Identificado (OVNI) fue visto en diferentes puntos de la ciudad, provocando una movilización de la Secretaría de Seguridad Pública y generando una sensación de incredulidad entre quienes lo observaron.

El relato comienza en un terreno ubicado junto a las instalaciones de la Vocacional 8, en el norte de la ciudad. Ahí, dos policías preventivos, Juan Carlos Dueñas e Israel Gutiérrez, patrullaban como de costumbre cuando, de repente, sus ojos captaron algo inesperado: un objeto extraño flotaba frente a ellos, apenas a unos tres metros del suelo. Los agentes, desconcertados, describieron el objeto como una figura circular, de unos 10 metros de diámetro, con dos potentes reflectores que emitían luces en tonos rojo, verde y azul. El espectáculo de luces no era todo; un suave zumbido, como el sonido de una cuerda tensada girando en el aire, acompañaba el movimiento del objeto.

Durante 30 segundos que parecieron eternos, el OVNI se mantuvo suspendido en el aire, estático, frente a sus ojos. Sin previo aviso, las luces comenzaron a centellear con más intensidad, hasta que, de manera repentina, el objeto se desvaneció en el aire.

Los policías, aún conmocionados, notaron algo aún más desconcertante: sus relojes se habían detenido exactamente a las 2:20 de la madrugada, el momento en que el objeto desapareció. Los relojes, dijeron, parecían estar imantados, y las manecillas no volvieron a moverse después del incidente.

Pero la historia no termina ahí. Apenas siete minutos después del primer avistamiento, el OVNI fue visto por otros 16 policías preventivos en diferentes puntos de la ciudad. Desde las patrullas 16079, 1616, 01127, 01899, 01875 y 13843, en las delegaciones Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, los policías informaron haber visto el objeto sobrevolar lentamente diferentes zonas. A las 2:20 de la madrugada, los agentes de la unidad 01127 reportaron que el objeto había desaparecido del primer punto, solo para reaparecer 25 minutos después sobre la colonia Palmititla, junto al icónico Cerro del Chiquihuite.

En ese mismo instante, el fotógrafo de El Universal, Saúl Navarro, se encontraba trabajando cerca del Reclusorio Norte, documentando la presencia de los familiares de los paristas de la UNAM que acampaban fuera del penal. Mientras caminaba hacia su vehículo, una luz intensa captó su atención. Navarro levantó la vista y, para su asombro, vio un objeto similar al que habían descrito los policías.

“No podía ser un avión”, relató Navarro más tarde. El objeto permanecía suspendido en el aire, inmóvil, pero de repente, comenzó a moverse lentamente, hasta detenerse sobre el techo de una casa cercana. Ahí se mantuvo entre 10 y 15 segundos, antes de desaparecer entre los árboles, como si nunca hubiera estado allí.

Las luces, según Navarro, coincidían con las descripciones de los policías: colores brillantes que parpadeaban en el cielo, sin explicación aparente.

El evento dejó perplejos a muchos. Alfonso Salazar, asesor del Centro Internacional de Fenómenos Aéreos y Extraordinarios (CIFEAC), calificó este avistamiento como el segundo contacto cercano con un OVNI en México, después de un evento similar ocurrido en 1965 en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). En esa ocasión, un objeto de forma similar había aterrizado en el Casco de Santo Tomás.

A pesar de lo impactante del avistamiento, Salazar señaló que en la ahora Ciudad de México, solo en el último año de 1999, se habían reportado más de 100 avistamientos de objetos extraños sobrevolando diversas zonas de la ciudad. Sin embargo, ninguno había sido tan cercano y misterioso como el del 14 de febrero de 2000.

El OVNI se desvaneció finalmente alrededor de las 3:13 de la madrugada, sin dejar rastro alguno de su paso, salvo en la memoria de quienes lo vieron. Aunque no hubo una explicación oficial, el evento dejó un profundo impacto en los policías, el fotógrafo y los ciudadanos que, durante una hora, contemplaron cómo un objeto desconocido cruzaba los cielos de la Ciudad de México, desafiando todas las explicaciones lógicas.