Episodio 7: El Enigma de los OVNIs en Costalegre

Hoy nos dirigimos a las costas paradisíacas de Costalegre, Jalisco, una región conocida por su belleza natural, pero que, en esta ocasión, se convirtió en el escenario de un enigmático avistamiento que dejó perplejos tanto a habitantes locales como a turistas, esta historia fue publicada por El Informador el jueves 3 de abril de 1997.

La semana santa transcurría normalmente, el Jueves 27 de marzo de 1997 comenzó como cualquier otro, con visitantes y residentes disfrutando de las playas de Melaque y las aguas tranquilas de la Bahía de Navidad. Sin embargo, lo que sucedería en el cielo transformaría por completo el ambiente relajado de la región.

Se conmemoraba el jueves santo , alrededor de las 15:00 horas, cuando más de dos docenas de personas, en su mayoría turistas, levantaron la vista hacia el horizonte y quedaron atónitos por lo que vieron: un objeto luminoso con forma discoidal, suspendido en el aire, a pocos metros sobre el mar, en las inmediaciones del faro, a varios kilómetros de la bahía. Durante casi diez minutos, el objeto permaneció estático, desafiando las leyes de la física, realizando movimientos que los testigos describieron como “inteligentes”.

La expectación creció en la playa. Los turistas y habitantes se quedaron inmóviles, sin perder de vista el objeto, cuyas maniobras rápidas y precisas parecían imposibles para cualquier aeronave convencional. “Nunca habíamos visto algo así”, comentaban algunos, mientras otros intentaban capturar el momento con sus cámaras, aunque el misterio del cielo se resistía a ser capturado en su totalidad.

Pero el jueves no había terminado. Más tarde esa misma noche, alrededor de las 21:30 horas, el objeto volvió a aparecer, pero esta vez fue diferente. Se reportó un nuevo avistamiento en Villa Obregón, otra localidad cercana. Un grupo de seis personas procedentes de Aguascalientes aseguraron haber visto luces extrañas surcando el cielo a baja altura, a solo unos metros sobre el mar. “No era un avión, ni un helicóptero”, decían los testigos, mientras observaban desde la comodidad de su hotel cómo las luces desaparecían en el horizonte.

Pero el fenómeno no se limitó a la bahía. El viernes, un objeto circular, con colores que iban del amarillo al rojo y al naranja, fue visto en el cielo del centro de San Patricio. Esta aparición fue tan llamativa que incluso provocó un embotellamiento de tránsito en el pequeño pueblo. Los vehículos se detuvieron en plena calle, los conductores bajaron de sus autos, y la gente salió de los comercios, dejando atrás sus tareas cotidianas para mirar el cielo. El objeto volaba lentamente, visible por unos cinco minutos, y la Policía Municipal tuvo que intervenir para controlar el caos que se generó en las calles.

Mientras algunos aseguraban que el objeto era solo un globo lanzado al aire por unos jóvenes, otros testigos insistían en que lo que vieron no tenía explicación lógica. El objeto emitía una luz brillante y se desplazaba en una trayectoria oriente-poniente, dejando a todos los que lo vieron sumidos en la especulación.

El avistamiento se tornó más intrigante cuando algunos testigos afirmaron que había otro objeto, con una forma de disco bien definida, que emitía luces rotatorias de colores blanco, amarillo, ámbar y rojo. Este segundo objeto, observado desde El Mirador, al poniente de la bahía, fue visto realizando un lento recorrido hasta desaparecer detrás del Cerro de San Francisco, en dirección al sur.

Los relatos de aquella noche no cesaron. Al día siguiente, el sábado, un conocido hotelero de la localidad intentó dar una explicación: según él, el primer objeto era simplemente un globo lanzado al aire para diversión. Sin embargo, los colores y movimientos del segundo objeto no coincidían con esta explicación tan simple.

El misterio continuó en la región. El último avistamiento reportado fue el domingo al mediodía, en la playa de Colimilla, ya en el estado de Colima, donde un grupo de ocho personas aseguraron haber visto un objeto plateado con forma discoidal, detenido a pocos metros del mar. Lo más desconcertante fue lo que siguió: después de varios minutos, el objeto se elevó hasta perderse en el cielo, mientras los testigos afirmaban haber visto “bolas de fuego” emergiendo del océano, que también se elevaban y desaparecían entre las nubes.

La zona de Costalegre, un lugar conocido por su tranquilidad, se había convertido, en la semana santa de 1997, en el epicentro de una serie de avistamientos de OVNIs que dejaron a todos los presentes con una mezcla de asombro y desconcierto. Aunque algunos intentaron explicar lo sucedido con teorías más terrenales, los múltiples testimonios y las extrañas maniobras observadas no se ajustaban a ninguna explicación convencional.

¿Qué fue lo que sobrevoló los cielos de Melaque y San Patricio aquel fin de semana? ¿Globos, aviones, o tal vez algo más allá de nuestra comprensión? Las respuestas parecen tan lejanas como el cielo que estos objetos cruzaron.